26.5.11


RÓGER RUMRRILL


                                  
     
                     
                         Axpikondiá

¿Por qué abertura de la noche llega tu voz Axpikondiá?
¿En qué recodo y tumulto de

Estos días tremantes escondes tu viejo cuerpo

tu mohina presencia que nos grita que la felicidad es apenas

la pulpa de la carne, el estiércol y el olvido

clamando más allá de todo lo oculto y acechante?



Axpikondiá mi voz a de llegar a tus oidos

mi cuerpo enardecido por los Soles

urdirá como los nuevos estambres del verano

y no seremos otra cosa que los avestruces

corriendo a escondernos

en las alucinaciones de los brujos de las noche

y tú, abriendo el fuego nocturno,

cayendo entre raudales de sangre y vomitando

toda la gris podredumbre de estos días.

Axpikondiá,

te buscamos tras los vientos, los fuegos del verano

pero sólo sabemos que el mar escupe su saliva

que oxida cada tarde la esperanza.

Caminamos, subimos por las copas de los árboles, somos monos,

nos hundimos en los ríos y trepamos por el quejido más alto

y queremos alcanzar la terrible desnudez de la nada

y sabemos que ella irá más lejos, burilada por la última piedra

de la noche, ligera, estrellada,  y no quedará de nuestra morada

sino la última brecha calcinada por el humor de los monstruos.

Ven Axpikondiá , no hay tiempo, no hay la felicidad que tú aspiras,

queremos que tú seas eso,  la sesación de que en ti todo termina

y alcanzar la gracia de beberte gota a gota

en la hora de que el cuervo besa el último resplandor del día

que se muere.



Axpikondiá, dime, ¿a quién interrogaremos por ti?

¿Qué secretos belfos besaremos buscando el labio de la virgen?

No sabemos, y tú como un Sol incendias la palabra final

y tu fuego me abraza, devora mis pelos y señales y no sé

qué caminos empezar en esta lucha donde tú derrotas mis

últimos ejércitos, los ángeles que se alimentan de mis niños

                                                                                  mal nacidos.





 El retorno de axpikondiá

Axpikondiá regresa cada noche.
En sus espaldas trae la circulación de los ríos
y el otoño de los brujos.

Axpikondiá dirá, entonces, que no tiene la boca de los peces
ni la fuerza de las corrientes que detiene en sus ojos
y dirá que el amor no se cubre de la espuma del tiempo
como los árboles reverdecidos con las recientes lluvias del verano.
Valle dirá, Axpikondiá,  breve salto entre tumultos que ennegrecen
mi más leve esperanza.

Y todo acaba me gritará Axpikondiá con su voz inaudible que
hace remolinos en mi antigua sangre de genealogías insalubres.Axpikondiá retorna cada vez que muere algo en mi pecho
cada vez que no siento la vida flotando sobre mi cabeza.
Axpikondiá, sólo tú sabes una cosa: las horas
torciéndose como una trenza
o un río estancado entre mis manos
o un rayo al que la eternidad mira pasar.



De:

Axpikondiá

RÓGER RUMRRILL

Plaqueta  editada  por

Danilo Sánchez Lihón

GARGOLA 3

Colección de Poesía

Lima   1972






                                     
                                          
               LITERATURA AMAZÓNICA PERUANA

                                        Loreto  en  la  Amazonia
                              Un  río  perpetuo  de  palabras

                           
                                                                       Investigación
                                                                        Ana Molina
                                                                        Pedro Vargas
                                                                        Francisco Bardález
                                                                        Edición
                                                                        Fritz Anahuari
                       

22.5.11





                    LAS AMAZONÍAS DEL PERÚ:                  
                      UNIDAD EN LA BIODIVERSIDAD

                      LA CULTURA AMAZÓNICA

                                        Por Róger Rumrrill

       
 
          ¿Existe una cultura amazónica?  Si a lo largo de los siglos y milenios una suma de factores de diversa y múltiple índole, histórica, geográfica, lingüística, económica, legendaria y mítica, han constituido las culturas nacionales como la griega, china, francesa, argentina, mexicana  y peruana, es posible pensar e imaginar que elementos constitutivos de la misma naturaleza hayan producido las culturas regionales con sus respectivas especificidades. La cultura regional amazónica sería una de éstas en el caso de toda la cuenca amazónica sudamericana y la cultura amazónica en el caso del Perú.

                        Las ciencias sociales coinciden en afirmar que la cultura tiene un carácter multidimensional y, por lo mismo, todo lo que el ser humano  hace, inventa y crea es cultura. Por esa misma razón la cultura es la esencia en la construcción de una nación. Sin embargo, hay corrientes de pensamiento que conciben la cultura desde una concepción elitista, es decir, patrimonialista, indentificándola sólo como expresión artística,  conservación del patrimonio histórico-arqueológico y la promoción de la denominada alta cultura.

      El Perú es un país multicultural y multilingue. Esta multiculturalidad y multietnicidad le dota a nuestro país de ricas y diversas indentidades: criolla, mestiza, blanca, afrodescendiente, quechua, aymara e indígena amazónica. Sólo en la Amazonía Peruana viven 13 familias etnolingüísticas que hablan más de 60 lenguas.

    Sin embargo, esta nación multilingue y multicultural tiene un Estado monocultural que surge del viejo Estado criollo y colonial. Y este es, precisamente, el gran dilema y la gran fractura que incomunica a las diversas identidades sobre todo indígenas con el Estado monocultural. Este Estado homogeneizador ha creador sistemas que tienden a borrar estas múltiples identidades. Uno de ellos es el derecho positivo basado en el derecho romano que ignora el derecho consuetudinario indígena andino-amazónico, lo mismo que el sistema educativo que forma monolingües en una nación multilingue.

                                Los pueblos indígenas y la cultura amazónica

     Los demógrafos e historiadores aún no coinciden en el cálculo  de la población indígena amazónica precolombina. Las estimaciones oscilan entre los 7 a 10 millones de habitantes. Según la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), la organización que agrupa e integra a las organizaciones indígenas de los 9 países ribereños del Amazonas, la población indígena amazónica en la actualidad es de 1 millón y medio de habitantes. Esta población corresponde a 400 familias etnolinguísticas que, según la misma COICA, eran 2000 familias y 7 millones de habitantes en el pasado precolombino.

                                                    Maestro chamán Luis Culquitón

      En el Perú, el mapa etnolinguístico está integrado por 13 familias. Entre ellas están los Pano, Jíbaro-Jíbaro, Arawak, Huitoto, Cahuapana, Harakmbut, Peba-Yagua, Tacana, Tucano,Tupí-Guaraní, Záparo y dos más sin clasificación. La viva y rica cosmovisión de estos pueblos y culturas, su saber y conocimiento, forman la matriz de la cultura amazónica, enriquecida e integrada, con frecuencia mediante la imposición, con los aportes culturales africanos, europeos, asiáticos y de otros pueblos que través de los siglos, desde el descubrimiento europeo del Amazonas por el español Juan Vicente Núñez Pinzón el26 de enero de 1500 y antes, en sucesivas oleadas, poblaron la cuenca amazónica.

     “Las cosmovisiones son las concepciones que diferentes sociedades han desarrollado no sólo sobre su entorno ambiental y el mundo inmediatamente visible sino también sobre los espacios que se extienden más allá de lo perceptible a través de los sentidos”, escribe el antropólogo Fernando Santos Granero. 

     La comprensión y el entendimiento de estas complejas cosmovisiones es una condición sine qua non para descifrar no sólo la clave del arte amazónico sino también para vislumbrar el universo mágico y mítico indígena amazónico y aproximarse a su pensamiento y saber. La comparación entre el pensamiento indígena amazónico y el pensamiento occidental, abren las puertas a la comprensión de dos mundos y dos realidades que tienen que integrarse y entenderse para inventar, construir y crear una nueva sociedad amazónica, sincrética, amazónica y universal.

    Para el pensamiento occidental, lo material es la única base de lo real. Existe un mundo y una sola realidad. Es decir, un mundo único, unificado, regido por las leyes físicas y químicas únicas y válidas para todos sus ámbitos. Estas son las leyes de la lógica clásica aristotélica. Son mundos en la categoría de naturaleza en tanto categoría opuesta a la de cultura y sociedad.

    Entretanto, para la cosmovisión indígena y el pensamiento mágico, la realidad tiene aspectos materiales y no materiales. Realidades visibles y no visibles y realidades ordinarias y extraordinarias. Para ese pensamiento, asimismo, existe un único cosmos, pero ese cosmos es una unidad en la diversidad; en la multiplicidad. Es un cosmos integrado por diversos mundos ubicados en espacios o en planos espaciales diferentes: los mundos del monte, los ríos y las cochas. En este universo no hay divisiones entre la cultura y naturaleza. Ambos son concebidos como partes.

    Todo el imaginario que alimenta la cultura popular amazónica está penetrado por este pensamiento y saber indígena y el arte amazónico moderno toma de la fastuosa y espléndida cosmovisión indígena sus imágenes, metáforas, símbolos y proposiciones para la construcción de una nueva utopía social, cultural y política en el siglo XXI.

      Pero el aporte indígena al desarrollo humano y sostenible de las Amazonías en el Perú del siglo XXI es mucho más abarcador e integral.  “Los conocimientos que los indígenas tienen sobre la biodiversidad de plantas, animales y germoplasma son claves para la humanidad. En efecto, conocen miles de plantas útiles silvestres y domesticadas, centenares de animales, y condiciones ambientales que serán la clave para necesidades futuras de la humanidad entera”, dice el informe “Amazonía sin mitos” (Comisión Amazónica de Desarrollo y Medio Ambiente, sin fecha de edición).

         Es imposible prescindir de los conocimientos y experiencias indígenas en el manejo del bosque tropical, en las técnicas pesqueras sostenibles, en la preparación de sus chacras que imitan a la naturaleza y en su extraordinario conocimiento de la medicina en base a la utilización de las plantas. Jacques Tournon, científico francés que ha estudiado a lo largo de dos decenios a los Pano, en su libro “La merma mágica. Vida e Historia de los Shipibo-Conibo del Ucayali”. Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), Lima, febrero de 2002), se refiere a más de dos centenares de rao, plantas medicinales cuyas propiedades terapéuticas y etiológicas los Pano conocen en profundidad y lo aplican en la curación de diversas enfermedades. Este invalorable conocimiento etnobotánico es fundamental para la investigación científica de las plantas y su empleo en la medicina occidental.

       Una de las mayores contribuciones de los pueblos indígenas amazónicos a la sociedad humana del siglo XXI es, sin duda, su cosmovisión sobre la naturaleza. Para los indígenas amazónicos, lo mismo que para los andinos, la naturaleza es sagrada y en esta concepción están implícitos los valores de la reciprocidad y la espiritualidad. El pensamiento animista y panteísta sobre la naturaleza, desgarrado y destruido por el pensamiento lineal y materialista del capitalismo, debe posibilitar una rearticulación del hombre y la sociedad del siglo XXI con la naturaleza, la única posibilidad de sobrevivencia del hombre en un planeta Tierra en el límite de su soportabilidad ecológica.

        “En contraste con el antropocentrismo euroamericano (de larga fecha en la herencia cultural judeo-cristiana), los pueblos indígenas durante milenios construyeron cosmologías cosmocéntricas y policéntricas basadas en la lógica de la diversidad y la reciprocidad”, escribe Stéfano Varese en su libro “La sal de los cerros. Resistencia y utopía en la Amazonía Peruana” (Fondo Editorial del Congreso del Perú, Lima, 2006) para relievar este pensamiento que enriquece las bases ideológicas, filosóficas y empíricas de una nueva utopía social en el alma del Tercer Milenio.

                                   La cultura y el arte amazónicos

       Las raíces y las fuentes de la cultura y el arte amazónicos son indígenas. La literatura, la música, la danza, la pintura y otras expresiones de la cultura y el arte reflejan y traducen esta impronta indígena. 
      Para el caso de la literatura, tanto la poesía como la narrativa, encuentran en la etnoliteratura indígena las claves de su inspiración, creación e invención de sus universos creativos: el tiempo cíclico o circular, las historias y los personajes, los arquetipos y los paradigmas. También la tradición oral de origen indígena-mestizo, que representa el proceso sincrético de las culturas amazónicas de múltiple origen y procedencia, es una fuente valiosa de recreación y creación.

                      Huarmi Boa III           Autor: Christian Bendayán        
    La mejor pintura amazónica le debe sus formas, sus texturas, sus imágenes, sus mitos y leyendas al mundo de las representaciones y simbologías indígenas. Desde el surgimiento de la pintura amazónica a fines del siglo XIX en pleno auge del ciclo del caucho  y su plena madurez en los cincuentas y sesentas del siglo XX con pintores como César Calvo de Araujo y Américo Pinasco , pasando por Yando (Hildebrando Ríos Valderrama), Pablo Amaringo y Eduardo Meza Saravia y los más destacados de la primera década del siglo XXI, Samuel Coriat, Nancy Dantas, Gino Ceccarelli, Juan Orsi, Rember Yahuarcani y Sixto Saurín, entre otros, todos están de una u otra manera poderosamente influidos por la cosmovisión indígena.
      Incluso el pintor amazónico más elogiado por la crítica, Christian Bendayán, que pinta iconografías de la subcultura urbana, de esa realidad donde se funden y se mezclan lo rural en trance de extinción y lo urbano amazónico con toda la carga de la globalización y sus códigos más agresivos, no puede, no podría renunciar a lo indígena: en su óleos y acrílicos que recrean el submundo de la vida urbana en particular de la ciudad de Iquitos, la mayor urbe amazónica peruana, hay como una mirada mágica y misteriosa desde lo indígena. 

          Varios de estos pintores se sumergen en la tradición pictórica indígena. Pero en especial Juan Orsi, que vive en Italia, parte desde  la tradición pictórica indígena, en su caso Shipibo-Conibo para la recreación de su obra. Los Shipibo-Conibo-Shetebo del Ucayali, pertenecientes a la familia etnolingüística Pano, posiblemente sean los artistas plásticos más consumados de la cuenca amazónica sudamericana. Son pueblos que han interactuado con la naturaleza amazónica y en especial con los ecosistemas fluviales a lo largo de milenios. Hijos del río, del bosque y los cielos, habitaban originalmente en los hinterland o “tierra adentro”, según la clasificación de Betty Meggers, luego durante el estío veraniego que corresponde a las vaciantes en los meses de junio, julio y agosto, se trasladaban a las orillas del Ucayali y sus afluentes para dedicarse a la pesca. Allí, en las playas ucayalinas, no sólo aprendieron y desarrollaron las más sofisticadas prácticas pesqueras, sino también crearon las más complejas y refinadas cosmologías con sus dioses fundadores moradores de la remota constelación de Huismabu (la Cruz del Sur).

          El río Ucayali, el único río peruano porque nace y muere en el Perú según la definición del Ing. Juan Mendoza Balboa, un ciudadano español que echó raíces en el Ucayali, es sin duda uno de los ríos más ricos de la Amazonía en fauna y flora. A lo largo de los siglos, por la propia dinámica fluvial, las grandes crecientes, los inviernos diluviales y también por la deforestación masiva sobre todo a fines del siglo XX y principios del XXI, el río ha ido cambiando de curso formándose decenas, centenares y quizás miles de lagos en estos antiguos cursos meándricos. Esta red lacustre es un emporio de fauna hidrobiológica.

         La riqueza de esta cuenca permitió, a lo largo de los siglos, el desarrollo de la cultura Shipibo-Conibo-Shetebo quienes, luego de cruentas disputas con los Tupí-Guaraní y Arawak, de acuerdo a las investigaciones de Donald Lathrap, finalmente sentaron su hegemonía sobre la cuenca ucayalina y como resultado de la acumulación de riqueza y la consiguiente especialización y división interna del trabajo, las mujeres alcanzaron el alto nivel de representación y figuración de su universo mítico y cosmológico.

                        Noche Estelada Amazónica / Autor: Juan Salazar Orsi

            Los tejidos, bordados y la cerámica de los Shipibo-Shetebo-Conibo son sin duda la más alta expresión del arte indígena en toda la cuenca amazónica principalmente por la estilización gráfica y el refinado geometrismo de sus representaciones simbólicas. A diferencia de otras culturas y pueblos indígenas de la Amazonía, cuyas representaciones son figurativas, los Pano del Ucayali dibujan y recrean sus universos metafóricos, totémicos y simbólicos con trazos geométricos y grafismos que semejan el arte moderno occidental. La garza blanca (Ushu mashán), la boa negra y el pájaro martín pescador, identidades totémicas de la cultura Pano, están representadas en sus cántaros, vasijas, telas bordadas para diverso uso, con estilizaciones y a veces abstracciones semejantes a los códigos occidentales modernos, como en las pinturas de Picasso, Mondrian, Cézanne y Klee. 

     La pintura amazónica que ha seguido un proceso de evolución, transformación y maduración que va desde el paisajismo o selvismo hasta el expresionismo mágico, alcanzando altos niveles formales y estéticos, no es la única expresión artística de raigambre indígena en la Amazonía. La narrativa amazónica peruana no sólo ha recibido la poderosa influencia de Gabriel García Márquez y el realismo mágico, sino también la indeleble impronta de la etnoliteratura indígena y la tradición oral mestiza. En los libros de César Calvo, Arnaldo Panaifo Teixeira y Róger Rumrrill se revelan y se recrean las cosmologías, los saberes, los mitos fundacionales y lo mágico y mítico del universo indígena amazónico. En la novela “Las tres mitades de Ino Moxo” de César Calvo, si bien el personaje es un shamán mestizo, Manuel Córdova Ríos, pero toda la parafernalia y la ritualidad shamánica descrita por el curandero tiene un origen indígena. Lo mismo en las relatos para niños de Róger Rumrrill, “La anaconda del Samiria” y “Narraciones de la Amazonía”, el alter ego del escritor, el anciano Oroma, narra mitos y leyendas recreados o reiventados de la etnoliteratura.

           Otras expresiones de la cultura y el arte amazónicos modernos como la música, la danza y el castellano amazónico tienen el sello amazónico. La música amazónica actual tiene tres vertientes. La música criolla de origen costeño, la música folklórica de múltiples influencias y la etnomúsica o música original indígena. La música criolla amazónica, tanto el vals como la marinera, proceden de la cultura musical costeña y ésta a su vez se origina en las corrientes e influencias melódicas que desembarcan en el Virreynato de Lima en el período colonial y posteriormente durante la república. Los vals amazónicos tienen de tal sólo la letra. El notable pintor amazónico César Calvo de Araujo (1910-1970) que también era literato y músico, estaba trabajando arduamente en la creación de un vals amazónico con tonalidades y ritmos inspirados en el viento, los trinos de los pájaros, los cantos sagrados indígenas y la musicalidad de la naturaleza tropical. Producto de esa búsqueda es el vals “El chacarero”. Murió y su empeño de crear un vals auténticamente amazónico quedó trunco.

         La música folklórica amazónica es el resultado de una fusión y por lo tanto  es el caudal musical de muchos tributarios. Por un lado están los aportes de la música afroperuana y la andina y de ésta el huayno que es el soporte melódico del sitaracuy, el changanacuy y el chimaichi, los tres ritmos emblemáticos del folklore amazónico. La música folklórica amazónica peruana también paga tributo a la música popular amazónica de Brasil-sambas, batuques y marchas- y de Colombia con bambucos, porros y cambias. El aporte de la música indígena se deja sentir en las cadencias sincopadas del folklore musical.

         La etnomúsica o música indígena es la otra vertiente. Aparte de Josafat Roel Pineda, pocos son los etnomusicólogos que se han dedicado al estudio y la difusión de la música indígena. Sin embargo, su influencia es perceptible en el folkclore. Cuando a la profusa investigación antropológica de los pueblos y culturas amazónicas se agregue el trabajo de los etnomusicólogos que estudien y graben los cantos rituales de estos pueblos habrá como un descubrimiento y una revelación de la cultura musical amazónica.

        En lo respecta a las danzas, pasa igual que con la etnomúsica. No existen estudios de las danzas rituales indígenas. Las danzas supuestamente indígenas-Asháninka, Shipibo-Conibo-Shetebo, Bora, etc.-que se muestran en los escenarios son danzas bailables fuertemente influidas por la música popular de Brasil y Colombia y el folklore. El conocimiento de la etnodanza y el estudio de sus coreografías rituales, será un valioso aporte a la creación de una danza amazónica moderna enriquecida con el sincretismo de la danza moderna occidental.

      Todas estas categorizaciones o tipologías de la música como una expresión de la cultura amazónica son cada día menos nítidas y diferenciadas porque asistimos a un proceso dinámica de fusiones y sincretismos en todos los ámbitos de la cultura. Como resultado de este proceso de cambios, dinamizado poderosamente por la tecnología, la globalización frecuentemente uniformizadora, ha dado lugar al surgimiento de orquestas y grupos musicales desde los años setenta del siglo XX que han fusionado y tropicalizado la música amazónica. Grupos como “Los Mirlos”, “Juaneco y su combo” y “Explosión”, entre otros, marcan la pauta y los gustos de la música amazónica. Se da ahora una tendencia de fusión, sincretismo y asimilación no sólo de todos los ritmos y melodías, sino también de todos los instrumentos y todas las tecnologías instrumentales: desde los instrumentos de viento y percusión hasta los eléctricos y electrónicos.

         Esta tendencia de fusión y sincretismo que se produce en la música, la literatura, la pintura y las ideas y la filosofía-la postmodernidad y su concepto de relativismo es una muestra de ello-se manifiesta  en el español amazónico. En “El español amazónico hablado en el Perú” (Lima, 2003), el poeta y lingüista Luis Hernán Ramírez estudia este español que se habla en la Amazonía y es el resultado de múltiples confluencias linguísticas e idiomáticas producidas y generadas a lo largo de los siglos. Dos son los idiomas formadores y forjadores: las lenguas española y quechua. Pero a estas dos lenguas matrices hay que sumar el portugués brasileño y las lenguas indígenas amazónicas.

        Las características más notables del español amazónico son fonológicas y morfosintácticas. Ejemplos de ellos son una distinta estructura tonal, confusión de la “j” con la “f”; cambios en el orden sintáctico, omisión de vocales, transtornos en la concordancia de géneros y un ritmo acentual a diferencia del ritmo silábico como ocurre en otras lenguas.  La caudalosa migración andina hacia la Amazonía a fines del siglo XX y principios del siglo XXI, la influencia del español andino y costeño, los procesos de integración con otros países fronterizos, en especial Colombia, Brasil y Bolivia, el fuerte impacto del cine y la televisión, la inserción del lenguaje cibernético en las lenguas habladas y escritas están provocando profundos cambios también en el español hablado en la Amazonía y por tanto en la cultura amazónica peruana en el alba del siglo XXI.
               
   Lo indígena hoy: cultura, arte, utopías y paradigmas en las Amazonías del siglo XXI  

         El científico social peruano Aníbal Quijano ha planteado la hipótesis que Tomás Moro (1478-1535), hombre de leyes, escritor y estadista nacido en Londres, Inglaterra, sólo pudo escribir su más famoso libro “Utopía” después del contacto de Occidente con las sociedades indígenas y el descubrimiento de América por Colón (1492) pero sobre todo con la revelación y descripción de un archipiélago ubicado en Brasil que hace el cartógrafo y navegante florentino Américo Vespucio y que Moro lee con avidez y asombro. 

          Se produce entonces, de acuerdo a Quijano, un profundo corte histórico en la forma de concebir sociedades socialmente justas. Porque antes del contacto con las sociedades indígenas de nuestro continente, en las que se inspira More para escribir “Utopía”, las sociedades miraban hacia el pasado en busca del “paraíso perdido” de la justicia. Después de “Utopía”, las sociedades no retroceden, sino avanzan. La utopía está en el futuro.

         Hoy en día, en la primera década del siglo XXI, las sociedades indígenas andino-amazónicas representan la nueva utopía social del Tercer Milenio. No sólo en el campo del arte y la cultura, sino fundamentalmente en el hecho que su pensamiento y saber, su cosmovisión y su relación con la Madre Naturaleza, sus valores éticos referidos a la espiritualidad y la reciprocidad, son contribuciones fundamentales para la construcción de una nueva utopía social y de nuevos paradigmas.

             En su libro “La sal de los cerros. Resistencia y utopía en la Amazonía Peruana”, el notable antropólogo peruano Stéfano Varse señala que para muchos académicos e intelectuales tanto de América Latina y de Estados Unidos “las últimas tres décadas del siglo XX que hoy día nos ponen ante el umbral incierto de un tercer milenio en el que la utopía de una sociedad igualitaria, justa y moral parece no tener ya cabida”.
 
            Pero este fin de las ilusiones utópicas, según el mismo autor, empezó temprano, con la crisis de la tradición teocéntrica utópica mesiano-escatológica del mundo mediterráneo-europeo a causa del  antropocentrismo, la razón y la ciencia aportados por el Renacimiento y el Iluminismo. Con el derrumbe del Muro de Berlín y el colapso del socialismo realmente existente cae la utopía marxista y filósofos y economistas como Milton Friedman y Francis Fukuyama en “El fin de la historia” anuncian el advenimiento de la nueva utopía, la del capitalismo y la economía de mercado, que luego de la gran crisis del sistema financiero y los mercados de 2007 y 2008, descubre y revela sus debilidades y contradicciones estructurales. 

            Citando un ensayo del filósofo Jurgen Habermas que define el siglo XX como un siglo “breve” que cronológicamente se inicia con la Primera Guerra Mundial (1914) y concluye con el desmoronamiento de la Unión Soviética (1980-1991), Varese señala que “el nuevo milenio se anunciaba bajo el signo de un Estado de bienestar social amenazado de estrangulamiento por el neoliberalismo implacable, de nuevas formas sutiles  y globales de re-colonización, de desigualdades acentuadas entre  Norte y Sur, de viejos problemas de paz y seguridad internacional agudizados por estas mismas crecientes desigualdades económicas, de polarizaciones de clases extremas en casi todos los países del mundo, de desastres ecológicos de dimensiones globales”.

     En este escenario, reflexiona Varese, los principios de diversidad (bio-cultural), de reciprocidad (social y cósmica) y la complementariedad son las bases de la construcción de una nueva utopía de acuerdo a la cosmovisión, el pensamiento y el saber indígenas.

        Para el pensamiento indígena, el tiempo es circular y cíclico. Para los indígena Embera de Colombia, de acuerdo a un estudio del antropólogo Luis Guillermo Vasco Uribe, el pasado no está atrás según la concepción lineal de Occidente, sino que está adelante. Y el futuro no está al frente sino es lo que viene atrás. Por lo tanto, desde el pasado, habitado por los antepasados, se marca la ruta del porvenir con su carga de historia, cultura y saber.
                                         


LITERATURA DA AMAZONIA


                              LOS ESTATUTOS DEL HOMBRE
                                           Thiago de Mello - Traducción de Pablo Neruda

                                                  
 
Artículo 1
Queda decretado que ahora vale la vida, que ahora vale la verdad, y que de manos dadas trabajaremos todos por la vida verdadera.

Artículo 2
Queda decretado que todos los días de la semana, inclusive los martes más grises, tienen derecho a convertirse en mañanas de domingo.

Artículo 3
Queda decretado que, a partir de este instante, habrá girasoles en todas las ventanas, que los girasoles tendrán derecho a abrirse dentro de la sombra; y que las ventanas deben permanecer el día entero abiertas para el verde donde crece la esperanza.

Artículo 4
Queda decretado que el hombre no precisará nunca más dudar del hombre.  Que el hombre confiará en el hombre como la palmera confía en el viento, como el viento confía en el aire, como el aire confía en el campo azul del cielo.

Parágrafo único:
El hombre confiará en el hombre como un niño confía en otro niño.

Artículo 5
Queda decretado que los hombres están libres del yugo de la mentira.  Nunca más será preciso usar la coraza del silencio ni la armadura de las palabras.  El hombre se sentará a la mesa con la mirada limpia, porque la verdad pasará a ser servida antes del postre.

Artículo 6
Queda establecida, durante diez siglos, la práctica soñada del profeta Isaías, el lobo y el cordero pastarán juntos y la comida de ambos tendrá el mismo gusto a aurora.

Artículo 7
Por decreto irrevocable queda establecido el reinado permanente de la justicia y de la claridad.  Y la alegría será una bandera generosa para siempre enarbolada en el alma del pueblo.

Artículo 8
Queda decretado que el mayor dolor siempre fue y será siempre no poder dar amor a quien se ama, sabiendo que es el agua quien da a la planta el milagro de la flor.

Artículo 9
Queda permitido que el pan de cada día tenga en el hombre la señal de su sudor.  Pero; que sobre todo tenga siempre el caliente sabor de la ternura.

Artículo 10
Queda permitido a cualquier persona a cualquier hora de la vida el uso del traje blanco.

Artículo 11
Queda decretado, por definición, que el hombre es un animal que ama, y que por eso es bello, mucho más bello que la estrella de la mañana. 

Artículo 12
Decretase que nada estará obligado ni prohibido.  Todo será permitido.  Inclusive jugar con los rinocerontes, y caminar por las tardes con una inmensa begonia en la solapa.

Parágrafo único:
Sólo una cosa queda prohibida: amar sin amor.

Artículo 13
Queda decretado que el dinero no podrá nunca más comprar el sol de las mañanas venideras.  Expulsado del gran baúl del miedo, el dinero se transformará en una espada fraternal, para defender el derecho de cantar y la fiesta del día que llegó.

Artículo Final
Queda prohibido el uso de la palabra libertad, la cual será suprimida de los diccionarios y del pantano engañoso de las bocas.  A partir de este instante, la libertad será algo vivo y transparente, como un fuego o un río, o como la semilla del trigo y su morada será siempre el corazón del hombre.






                             

 MOYOBAMBA
                                 
                         Origen de una Industria



 Pueblo reacio para adherirse a la causa de la independencia fue el de Moyobamba. Los moyobambinos, azuzados por el obispo de Maynas Rangel, tenían a orgullo ser más realistas que el rey. El obispo había excomulgado a los patriotas, y el moyobambino no quería perder su parte en el cielo por meterse en novelerías de patria y libertad, invenciones de los herejes insurgentes, como predicaba el buen mitrado.

Cuando San Martín desembarcó en Pisco, presentósele D. Pedro Noriega, comerciante de Moyobamba, quien ofreció al Protector atraer a sus paisanos a la buena causa. San Martín lo autorizó para que, al pasar por Cajamarca, tomase cuarenta soldados y con ellos acometiese la que se creía facilísima empresa.

Noriega, ocupó el cuartel que le abandonaron los doce hombres de la guarnición realista, que en ese día se encontraban en Moyobamba. La guarnición del territorio de Maynas era de ciento treinta soldados, distribuidos en diversas poblaciones.

El vecindario acogió con frialdad a Noriega, y aquella misma noche armáronse los doce realistas, cayeron de improviso sobre los expedicionarios, que dormían a pierna suelta, y dieron cuenta de ellos. Noriega logró escapar por el momento y esconderse dentro de un horno; pero descubierto al día siguiente, fue fusilado por el pueblo.

El sargento Cárdenas, que mandaba la guarnición de Putumayo, creyó propicia la oportunidad para emprender campaña contra los patriotas de Chachapoyas y Cajamarca. En poco tiempo organizó una columna de ochocientos hombres, y se apoderó por pocas horas de la ciudad de Chachapoyas, después de cruda resistencia de los moradores. Socorridos éstos por dos compañías del batallón Numancia, destacadas de Cajamarca, trabose nuevo combate en Igos-Urco, quedando derrotados los realistas y muerto el sargento Cárdenas.

Después de este desastre, los moyobambinos tuvieron que gritar «¡viva la patria!» Mas apenas se alejaron las tropas insurgentes, cuando estalló la reacción a la voz de «¡viva el rey!» El comandante Alvariño logró someterlos a la obediencia, pero al retirarse para Cajamarca, tuvo aviso de nueva revolución. Esta fue, un mes más tarde, sofocada por el comandante Egúsquiza, pero para repetirse con mayores bríos en 1824.

El gobierno dispuso entonces que el coronel D. Nicolás Arriola, al mando de seiscientos veteranos, fuese a someter a los belicosos moyobambinos.

Arriola se situó en Rioja, a cinco leguas de Moyobamba, y envió un parlamentario a la ciudad. Una señora de la aristocracia del lugar, doña Eulalia Ríos, proclamó a sus paisanos excitándolos a la resistencia, e inmediatamente los vecinos, con excepción de niños y gente decrépita, corrieron a armarse. Encabezados por D. Fernando Sánchez y D. Eustaquio Babilonia, salieron a buscar al enemigo y muy resueltos a presentar batalla; pero en la marcha les cayó un tremendo chaparrón, y viéndose con las municiones mojadas se detuvieron en la Habana, esperando poder secar allí la pólvora o renovar el parque. Mas Arriola, que permanecía en Rioja, pueblo distante tres leguas de la Habana, tuvo oportunamente aviso del contratiempo y no les dejó espacio para nada, pues a las cinco horas se les apareció con su aguerrida tropa. Los realistas moyobambinos se batieron desesperadamente; mas viéronse en breve arrollados y puestos en fuga, cayendo prisionero el cabecilla Sánchez, quien fue fusilado sin ceremonia.

Inmediatamente avanzó Arriola sobre Moyobamba; encontró la ciudad casi desierta, y sus soldados destruyeron la casa que había habitado el obispo Rangel, casa cuyo terreno forma hoy la plaza del Mercado.

Al retirarse el tremendo Arriola, el azote de los realistas en esas regiones, dejó por gobernador a D. Damián Yepes, quien después de Ayacucho fue reemplazado por el sargento mayor D. Damián Nájar, natural de Guayaquil. Si querido fue Damián primero, no tuvo menor fortuna Damián segundo, a juzgar por esta copla que cantaban las moyobambinas.

 «Damián de Damián renace,
 como el fénix en su nido:
 pues el Damián que ha venido
 siempre en todo nos complace».

Era el nuevo gobernador D. Damián Nájar hombre de carácter sagaz, y supo conquistarse el cariño del vecindario, cariño que acabó de afianzar por su matrimonio con una moyobambina, hija de familia tan principal e influyente como era la de doña Eulalia, la entusiasta defensora de la causa de su majestad.

Este enlace vino a ser como una fusión entre realistas y republicanos. Desde ese día nadie volvió a acordarse en Moyobamba de Fernando VII.

Sucedíanse los mandatarios en la capital del Perú, y ninguno hasta 1850 pensó en relevar a Nájar, quien parecía nacido para gobernador perpetuo de Moyobamba. Verdad es que tampoco le daban un ascenso en su carrera militar, lo que prueba que Moyobamba era tenida por el último rincón de la casa, creencia de todo punto infundada.

Por entonces, y parece que huyendo de la justicia de su país, llegaron a Moyobamba tres guayaquileños, a los que su paisano Nájar acogió con benevolencia y comprometió para que se avecindasen en el lugar.

El oficio que los nuevos vecinos habían ejercido en Guayaquil era el de tejedores de sombreros, y encontrando a las márgenes del Mayo abundancia de la paja llamada bombonaje, decidieron ocuparse en su antigua industria.             Nájar les pidió que enseñasen a los muchachos del pueblo; y siendo fácil y entretenido el aprendizaje, antes de un año hasta las mujeres eran diestras tejedoras de sombreros.

Moyobamba cambió como por encanto, pues tuvo una fuente de riqueza en la nueva industria. Hasta 1850 la producción anual de sombreros fluctuaba entre veinticinco y treinta mil, que se expendían en Huánuco, Huaraz y Lima, extendiéndose tal comercio hasta los puertos de Chile.

Y pues de industrias se trata, demos a la ligera noticia de unir que actualmente es la que más pingües rendimientos produce. La industria azucarera.

La caña de azúcar no era conocida en el Perú en tiempo de la conquista, y fue en 1570 cuando tuvimos las primeras plantaciones. El azúcar que consumíamos en Lima era traído de Méjico.

El primer ingenio se estableció en una hacienda del valle de Huánuco; mas no pudiendo competir el azúcar que él producía con la mejicana por su abundancia y baratura, recurrió el dueño del ingenio a un hábil ardid; y fue éste enviar a Méjico un navío cargado de azúcar huanuqueña. Los productores mejicanos tragaron el anzuelo; porque supusieron que para enviarles del Perú azúcar, que era como quien dice enviar rosarios a Berbería, se requería que la producción fuese abundantísima y que en cuanto a precio estuviese por los suelos. Cesaron, pues, de venir cargamentos de Acapulco, y la industria azucarera empezó a florecer; y ha progresado tanto, que hoy decir azucarero equivale a decir millonario.

Bajo la administración del presidente general Echenique empezó para Moyobamba una lluvia de oro que duró hasta 1871. El tratado con el Brasil, a la vez que hacía práctica la navegación de los ríos, daba franquicias aduaneras a los ribereños para la exportación de productos. Don Ireneo Evangelista de Souza, hoy Barón de Maguá, estableció una línea de vaporcitos brasileros, y los moyobambinos tuvieron en la plaza del Pará un espléndido mercado para la venta de sombreros. La producción no bajó en ninguno de esos años de cien mil sombreros, que dejaban al comerciante moyobambino un provecho neto de sesenta por ciento.

Sombrero manufacturado en Moyobamba hemos visto por el que se pagó en el Pará la suma de doscientos cincuenta mil reis. Tan delicado era el tejido y tan consistente el batán.

Hoy la industria decae por la competencia que la paja de Italia hace al bombonaje, y los inteligentes y laboriosos moyobambinos buscan en la agricultura el restablecimiento de su pasada prosperidad. Tenemos fe en que lo alcanzarán. Omnia labor vincit.

                                                      TRADICIONES PERUANAS
                                                              Ricardo Palma

EL MASHITA JERGÓN

El Mashita Jergón
                                     ¡MUEVATE, MUEVATE, MUEVATE..¡

Jergoneando...
Correo para las shicshis : mashitajergón@allaón-tu-ñaña-te-espero-en-la-collpa.com.pe






      Muévate, muévate, muévate ñaño, dale dale dale a la pandilla, tócale su chucho, así, así cumpita, dale cerveza a la vieja para que le suelte a su hija, vamo vamo, salta salta, al suelo, al suelo, al suelo...anzuelo estoy diciendo upa mazos, la canoita, la canoita, así se goza en el Shapra primo, a esa huambra le gusta el inquiri y esa ashirilla chanca su huevo...no empujen no empujen...waju waju...

      Que lindo está la tahuampa mashitas...compren chela compren chela, no estén gorreando ni haciéndose los dormidos a la hora que tienen que poner...que te ponga así la mosca...mírale al Jarby lo que suda...tiene marido esa huambra cumpa, cuidado cuidado... ahí ya vuelta está la Ludí...mírale ve mírale ve...qué bruto hom, idem caldo de gallina está la cerveza naño...jesusoooón...si así trabajarían...

      Y aquí viene el tunchi locooooo, para ti huambrita linda que fui tu hombre, tu amante y tu gallo alguna vez y después le vamos a dar esa musiquita de tu coconita, que rica tu cocona, dale dale primo...ahí ya vuelta está el Betillo Ríos y no ha venido con su mujer...aishtá ya, ve lo que le da primo...no sé chismoso, que pues te importa, cuchillo que corta...y dónde está la Glenda, no parece esa ashirilla...muévate, muévate primo, muévate como anoche.

      Ahora le damos la tacachera, tacachea mashita...así cumpa así, shangueando shangueando, fuerza fuerza ñañito, que no te le tumben a tu huambra...fierro fierro fierro fierro, así dale...qué bruto lo que suda el Jans todo su ojete, dale primo dale primo, ve lo que se cuelga su chucho de la Fana y de la Claudia se hace talan talan, vamo vamo, no se cansan no se cansan, esa ruedita ya es mariconada cumpa, suéltale suéltale, más tarde ya le chupeteas masha...

      Saludos a esos moyochos que han venido al Shapra a dale su duro a la tahuampa...y dónde están los yurimagüinos playa buchis...ahí están al fondo... y los lamistos....muchachita del oriente, mujercita de mi amor, siempre sonriente... tu vienes a bailar...aishtá los mirlos cumpita, dale dale esa musiquita...hasta que se queje la vieja...y quién ya vuelta es esa pacuchita lo que baila lindo primito...oye Hugo Arévalo ya va salir tu ojo...no le veo a la Glenda primo, tal vez ya se ha ido...y saludamos a la gente de Uchiza mashas y en especial a los de Cruz Pampa...ayayayay...

      Ay no se puede no se puede...porqué ya vuelta...tal vez ya no para tu pico...toma pues ese turba ullo lo que venden en Moyobamba...ese que le ha hecho malísimo de una vez a mi cumpa boquita Rojas...dale dale primo, muévate muévate...ya te va ganar esa ashirilla masha...y porqué está escondido ese Julillo Quevedo en ese cuchito...qué le estará engañando a esa etequilla...ni le creas amorcito...baila ya Hugo...suénale primo suénale...aishtá la Xiomara más bravaza que nunca...así, así dale, que sude que sude...porqué ya vuelta le empujan al Artemio...han de comprar sus chelas, hay de todas las marcas y ese San Juan está cocha cocha, idem de la Rosita ishpatera su cosampi...y ojalá no le hayan echado talco...porque se hace barro.

      Agárrate agárrate y alisten su picho huayo...dicen que en las aguas... del río amazonas...esconde una anaconda...y te va a devorar...mírale a la Petilla langarona, dale Petilla dale dale al ritmo de la tangarana....la tangarana te va a picar...la tangarana...ya me picó...dale dale ñaño, no le sueltas, no le sueltas...juntito, juntito los dos, amarraditos y abrazados...dale tu maduro, dale tu maduro, saca tu maduro...le han de agarrar bonito a sus pico para que orinan...apúntale bien mashita...ahurita ya le va a jalar su cabeza al Betillo...y dónde están esas linduras de la Banda de Shilcayo.. allaón....malay pudiendo di mashas...ahí están las bandinas... ay tata diosito... que viva la santa cruz de los motilones...

      Qué ya vuelta te pasa pedazo de mentecata... con tu short apretado y tu bluza bien chiquita....oye Fanita...su zurcido de tu calzón ya se ha descosturado...mírale como baila el Jans...ya vas a doblar tu siqui chupa ñaño...aishtá la Glenda ve primo, de comer anticucho está viniendo lo que le ha invitado el Max...

      Y la Rosa Ishpatera ya creo le ha hecho hallar su guayna, con ese mutishco puca uya nomás baila toda la noche...doña Guillermina vamos a bailar, doña Guillermina vamos a danzar...dale dale ñaño...cuidado ya vuelta le topes a tu reumatismo oye Joshé...vamo vamo...limpia tu nariz masha...sácale a esa singamapa, aunque sea con esa cerveza...ey ey ey ey ey...así primito...shangueando shangueando...así así mamacita linda...te gusta la cocona...saladita ñaño... ya creo va llover...te comezona...

      Lluvia con sol, lluvia con sol...en Tarapoto...lluvia con sol...en Juanjuí...lluvia con sol...en Saposoa...lluvia con sol... en Moyobamba...lluvia con sol...en Iquitos...lluvia con sol...en el Paranapura...su ishpita de esa huambrita...saludos a Lolo Angulo y avísenle que ya está bajando su canoa...

      Qué bruto hom lo que baila la Yolita...muévate, muévate, muévate...así así así...mírenle a la Libia...dale dale...culea culea culea culea...ya creo ha emborrachado el Jans...jala jala le está haciendo a esa huambra...písale písale písale su talón...ya han tomado uvachado...waju waju...hay que darle otra vez la tangarana di ñaño...se han de secar, se han de secar...gasten su centavo, gasten su centavo...saludos a Miguel Díaz lo que ha pintado su cabeza idem el parinari...que ya vuelta tienes primo, medio vengo ya creo te quieres volver...no ha venido la Chepa... dale dale ñaño...no se cansan o ya cansan...

      No olvidan que el lunes tienen que pagar su agua, su luz y su teléfono...que pues te importa....aunque cortan todo ya ñaño...además mañana es domingo y vamos a dormir todo el día peendo peendo...así cumpa...muévate, muévate...a esa huambra le gusta dizqué que le masajeen primo...dónde están los solteros...dónde están los casados...dónde están los cuernudos...doña Natyyyy... ven ya agarra tu mazo para que le des al tacacho...eso eso...todo el mundo la conoce por su gracia sin igual...cuando agarra bien el mazo no le deja descansar...dale dale ñañito...que viva la música selvática...bajen sus brazo...bajen sus brazo... de una vez ha embravecido la huangana...tacachera por aquí...tacachera por allá...mírale del Raúl ya caído su muela postizo...ya no está el Betillo primo...ahura la chiquitilla le va dar su maja...oy oy... no estés haciendo tu nombre con tu ishpaaaaa....muévate muévate muévate como anoche y que viva el Shapra..te has de ir ya Rafico a cuidar tu llullo....voyaaaaaaaá.........

Moyobamba, 15 de Julio de 2004


                                               

                       Werner  Bartra Padilla   Moyobamba (1970). Profesor de lengua y literatura y abogado por la Universidad...