Leyenda Aguaruna
ORIGEN DE LAS MANCHAS DE LA LUNA
Informante: Ñaun Untsu
Lugar: Marañon, 1969
Versión libre
Antiguamente Nántu (luna) vivía en la misma casa de su ubán (hermana). Nántu tenía su mujer pero la ubán aún estaba soltera.
Nántu dormía con su mujer la ubán dormía sóla en otra cama. Los demás familiares dormían en otras camas. Todos en la misma casa.
Una noche, Nántu volvió a la cama de su ubán; aunque dormía, notó que alguien intentaba forzarla. La mujer quizo agarrar al hombre pero, nuevamente, Nántu consiguió escapar.
- Alguien viene a mi cama cuando estoy dormida, pero nunca logro ver quién es.
La madre le dijo:
- Coge un fruto de suwa (huito) y, raspándolo bien, lo dejó preparado cerca de su cama.
Aquella noche Nántu volvió a la cama de su ubán. Cuando le sintió, agarró suwa y le pintó la cara. Nántu volvió rapidamente a su cama.
Cuando amaneció todos vieron a cara de Nántu pintada de negro.
-¡Seguro qué eres tú él que viene a mi cama! - le dijo la Ubán.
Todos los familiares dijeron a Nántu:
-¿Por qué te acuestas con tu ubán? ¿No te da vergüenza acostarte con ella?
Nántu avergonzado por haber sido descubierto, se fue a buscar a su mujer que había ido a la chacra.
- Mujer , hazme chapo de zapallo para tomar.
- ¿Acaso ves bastante zapallo maduro para hacer chapo? – le contestó la mujer. Nántu regresó triste a la casa.Vio a su hijita y le dijo:
- Hija, me voy al cielo; ven conmigo.
Haciendo un nije (*) subió al cielo con su hija avergonzado por haberse acostado con su hermana.
Nántu todavía tiene la cara manchada de negro desde que su
Ubán se la pintó con súwa.
La mujer de Nántu se llamaba Auju.
Recogido por Manuel García – Rendueles s.j. y Aurelio Chumap Lucía, en Universo mítico de los Aguarunas “Duik Muún”. Tomo I Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica, 1979, p.205