15.3.10



Jaime Vásquez Izquierdo

                                  
                                  ¡OH SECRETO CAMINO DE MOYOBAMBA!

          De todos los caminos del mundo que he soñado, dormido o despierto: pistas asfaltadas enjoyadas de luces cual túnel de diamantes: caminos carreteros asentados con guijarros, bajando, subiendo y bajando los cerros y dejando atrás pueblitos campesinos de paja y barro y borriquillos lentos. Calles lodosas de barrio marginal, abiertas en carne viva por el caño maloliente: caminitos aldeanos acabando en la ribera de algún río, sobre una canoa solitaria en la tarde hirviente; valientes senderos indios, abiertos a masato y a machete, atravesando montes y alejándose en uno, dos, tres… u ocho días de camino, a fin de arribar a otro caserío indio, a donde, día y noche, convulsionando la selva, los manguarés macho y hembra están invitando a todos los Apos y Curacas de las comunidades, a festejar (pues ya, ha echado fruto de nuevo el aguaje) un aniversario más de la muerte del PALO IMECUE, dios antropófago, cuya sombra en el arco iris anunciaba enfermedades, discordias, enemistades, maldad y guerra…

          De todos los caminos del mundo que he soñado, el camino de Moyobamba es el que más se internaliza en mi ser esencial y en mi estar.

          No recuerdo si queda hacia Oriente o Poniente; hacia la Cruz del Sur o hacia Dragón o debajo mismo de Sagitario. Ello no tiene importancia. Lo que vale es su anchura y silencio: su arena fina y blanca y su sosiego. No quisiera morir sin antes recorrerlo, para, en una última vez vaya en espiritu a recorrer mis pasos, confundido con su melancolía y su paz, sueltas las ataduras de carne y alma; libre de banderías y siendo uno con él. ¿A dónde nos llevará este secreto camino de Moyobamba? ¿Hacia una iglesia humilde de palos y crisnejas , donde nos acoja un curita más antiguo que el tiempo y cuyos ojos dulces nos liberen de los alertas del mundo?¿Nos llevará a encontrarnos con nuestro propio corazón? ¿Con todo aquello que hemos amado y perdido?

          ¡Oh dulce y secreto camino de Moyobamba! : ¿Por qué te amo tan dolorosamente con sólo haberte visto desde lejos? ¿Qué secreto existe entre mi alma y tú? No permitas que muera sin haberte recorrido. Y como en tu bondadoso suelo nadie nos conoce y nadie nos increparía de extravagantes, aceptarás te recorra descalzo, con barba crecida y blanca y bastón gastado por el uso. Me llevarás a donde tu vayas. Al final de ti habrá pesebres que liberen del dolor eternamente.
          

                        Iquitos, 1969
                                                                                          

                       Werner  Bartra Padilla   Moyobamba (1970). Profesor de lengua y literatura y abogado por la Universidad...