JAIME VÁSQUEZ IZQUIERDO
IQUITOS, 1935 - 2008
LA ESPERA
Muchacha de seda y de olvido,
¿qué me quedó de tí?
Una canción en el alma,
tu piel en la superficie de los jardines,
y tu mirada, velero que se esconde en el final del mundo.
Te busco en la abertura de las ciudades,
en el silencio de los
restaurantes
y en el signo de las aves que salen de los
crepúsculos.
Mas nada encuentro.
Y voy al cristal de los sueños
a la distancia que se abate en el agua,
a la rosa secreta de los relojes tristes,
a buscar en ellos tus ojos que custodian
las constelaciones,
porque he creído oir tus pasos suaves entre
la muchedumbre, /
al cerrarse mi ventana,
al brillar el agua
y al abrirse camino la llovizna de la
madrugada.
¿Quién te ha alejado de mí
dejándome esta hondura de galería
inacabable,
llevándose tu voz y tus manos como balcones
a la luna?
Tus ojos que llenaron mi solitario universo
como llena una cruz una extensión abierta.
Tus ojos que hicieron la vida de las
botellas verdeclaras,
¿en qué comarca han ido a depositar oro
sobre la hierba?
¿Dónde está tu piel que hace la envoltura del agua?
¿Quién me dará tan dulce caída,
como tú, cuando te alejabas, dejándome, por
las avenidas desiertas?
Me alzo sobre la ciudad en silencio.
Detengo las horas en mi corazón,
y te busco y te guardo,
para que otra vez tomen tu cara mis manos abandonadas,
para que me des a encontrarte en las letras
acabadas, para que/
llenes de alegría las fotografías tristes
y las soledades de los ojos cerrados.